29 de noviembre de 2013

El Desafío de los 30 Días. Día 29

Día 29 - Manía que tengas a la hora de jugar

Respuesta breve: Soy un poco... rígido

Respuesta larga: La verdad es que tengo bastantes manías menores a la hora de jugar. Si puedo, siempre compro una bolsa de gominolas para la partida, porque me gusta picar algo mientras jugamos, estemos donde estemos.
 También suelo encargarme de preparar los dados y lo que es más importante... ¡los lápices, las gomas y hasta un sacapuntas! Han sido tantas las veces que nos hemos visto sin ellas, que ya casi siempre voy con un set de juego en la mochila.

Pero creo que mi peor manía es que soy bastante rígido cuando juego al rol. No me gusta distraerme durante el juego y me molesta cuando se pierde el hilo de la trama. Creo que en una sesión de toda una tarde, no pasa nada por (e incluso viene bien) hacer una pausa para charlar sobre la última peli que alguien ha visto o cualquier otra frikada, pero me molestan las interrupciones constantes, pues me parecen una pequeña falta de interés por el juego.

También me pasa con los móviles, que han plagado las mesas de juego. Yo soy el primero que a veces tiene que consultar y hablar por el móvil, pero a veces, si veo a alguien consultarlo a menudo no puedo evitar pensar que se está aburriendo. Y si después me dice que lo ha pasado bien... pues es cuando me quedo picueto.

Como bien dice el título de esta entrada, soy consciente de que hablamos de manías, y que como tal, le doy más importancia de lo que tiene. En el fondo, estas cosas sólo me molestan si las hago yo, y nunca me he enfadado porque alguien hiciera algo de eso. Sin embargo, cuando soy director no puedo evitar que esta manía salga a la luz, y a veces "ato en corto" a los jugadores cuando se salen del tema y se ponen a divagar. Es una pequeña vaca sagrada que mantengo de que los directores deben encargarse de mantener el orden en una partida. Espero no ser demasiado duro.

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